Introducción

El viraje secular en la vida pública del país —que emprende su marcha a mediados del siglo XIX y se radicaliza en las primeras décadas del siglo XX— ha devenido en una muy moderna paradoja mexicana donde si bien más del 90% de la población se identifica con una variante histórica del cristianismo, no obstante “El estado mexicano es laico” —una confesión ideológica implícita en el marco legal que sanciona la vida pública del país, i.e. la constitución, orientación ideológica que deja entrever por qué la educación patrocinada por el estado, desde su nivel básico hasta superior, debe ser laica.

Precisamente, esta suerte de paideia secular ofrece un escaso o nulo espacio para el quehacer académico teológico que privilegie la investigación con miras a analizar y/o criticar constructivamente los documentos básicos de la fe cristiana —i.e. Antiguo y Nuevo Testamentos— al igual que su tradición teológica de modo que este ejercicio intellectual revitalice el estudio y exposición bíblicas y al mismo tiempo informe la reflexión teológica que responda a los desafíos contemporáneos.

De hecho, un indicador puntual del raquítico esfuerzo institucional para la investigación teológica en México lo ofrece el más reciente anuario estadístico (i.e. 2017-2018) de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES), en el cual no figura programa alguno de doctorado en teología entre sus miembros.

Por otra parte, hoy día existen 9,359 asociaciones religiosas cristianas registradas ante la SEGOB, de las cuales casi el 60% están clasificadas como evangélicas y 2% como protestantes. En parte, puede decirse que ello va correlacionado con el crecimiento notable y consistente que ha experimentado la iglesia evangélica en México como un todo, entre otros grupos, lo cual acentúa la apremiante necesidad de líderes (actuales y futuros) de iglesias formados teológicamente.

Lo que es más, puede argumentarse que los principales desafíos que actualmente enfrenta la sociedad mexicana son (a) inseguridad y violencia, (b) desigualdad económica (casi 1 de cada 2 mexicanos viven en condiciones de pobreza), y (c) corrupción y debilidad de un estado de derecho, lo cual exige una voz profética en la mejor tradición bíblica.

Así, proαgΩn surge como una alternativa que procura ofrecer un espacio para la investigación y reflexión bíblico-teológica académicamente rigurosa, que además de contribuir a la exposición de una enseñanza robusta, balanceada y relevante en las iglesias y otras instituciones, busca también incidir en la vida pública del país y de esta manera romper el monopolio ideológico secular que impera en la vida pública.

Visión

  1. Reivindicar el discurso teológico en la vida pública del país.

    Se trata de un discurso derivado de la narrativa bíblica, iluminado por la tradición teológica, alimentado de una permanente investigación de corte académica, y en continuo diálogo crítico con otras disciplinas intelectuales —todo ello como una alternativa al marco ideológico meramente secular que actualmente sanciona el devenir de la nación mexicana.

  2. Contribuir a la formación de líderes en instituciones con un rol público (sean eclesiásticas, académicas, gubernamentales, medios de comunicación o mercantiles, por ejemplo)

Misión

El quehacer intelectual de proαgΩn gravitará en torno a cuatro ejes:

  1. Investigación

    Haciendo uso de la más reciente erudición en el campo de estudios bíblicos al igual que en teología sistemática, fomentar la investigación de corte bíblico-teológica con miras a (i) analizar y/o criticar constructivamente el texto bíblico atendiendo a su contexto histórico, si bien manteniendo una disposición a considerar otros métodos recientes de crítica bíblica; y (ii) abordar los desafíos apremiantes del país desde una perspectiva bíblica-teológica.

    De igual modo, al mediano plazo proαgΩn diseñará un programa de posgrado incluso a nivel doctorado a través del cual se canalice este tipo de investigación.

  2. Educación

    Diseñar un syllabus (currículo) o paideia cristiana que eduque a tres tipos de audiencia:

    1. personas comprometidas con la enseñanza bíblica (y teológica) en una iglesia local
    2. personas ejerciendo roles de liderazgo en iglesias, organizaciones paraeclesiásticas y de corte social
    3. personas cuya función incide en la vida pública de comunidades, tales como quienes laboran en los medios de comunicación, legisladores, funcionarios que diseñan políticas públicas, jueces, policías y militares

    Al mismo tiempo, proαgΩn incursionará en el esquema de outsourcing para instituciones de educación superior —cuya misión, prioridades y recursos limita o hace inexistente un curso sobre (a) cristianismo, (b) teología, filosofía y política, (c) teología política, o (d) ética cristiana, por ejemplo.

  3. Divulgación

    Establecer un vínculo entre la academia (i.e. expertos en varias áreas del conocimiento bíblico y teológico), iglesia y sociedad. Así, crear un espacio para la difusión de investigación académica a través de conferencias de expertos, al igual que foros de discusión pública, i.e. presentaciones de corte apologético, por ejemplo

  4. Participación

    Participar en el debate nacional en torno a cualquier asunto que incida en la vida pública del país.

Sobre el nombre

El término proαgΩn deriva de la transliteración del verbo griego προαγω (proagõ) en su modo participial, i.e. προαγων (proagõn). Como tal, el participio significa dirigiendo hacia delante, yendo adelante, mostrando el camino. De hecho, en la narrativa evangélica así figura en un episodio del Evangelio de Marcos cuando Jesús y sus discípulos marchan hacia Jerusalén: “Ahora bien, estaban en el camino subiendo a Jerusalén, y Jesús estaba yendo delante de ellos” (Marcos 10.32). Dicho recorrido concluyó para Jesús al ser crucificado en una cruz (cf. Marcos 15.24, 30, 32), primero, y en un sepulcro después, una vez que su cuerpo inerte fue colocado ahí (cf. Marcos 15.42-46).

Pero una vez que Jesús es resucitado tres días después, de igual modo un ángel comunica a sus discípulos que Jesús “va delante de” ellos para reunirse nuevamente con sus discípulos (Marcos 16.7) en la región donde comenzó su ministerio público (cf. Marcos 1.9, 14), y al encontrarse cara a cara con ellos les informa que le ha sido dada “toda autoridad en el cielo y en la tierra” (Mateo 28.18).

Precisamente, inspirados por estos pasajes de la narrativa evangélica, proαgΩn hace suyo este nombre debido a que se propone ser una empresa intelectual cuya orientación teológica es totalmente cristológica, es decir, el Jesús exaltado y su reino se tornan un referente epistemológico para el quehacer analítico e investigativo de esta paideia cristiana.

Tal orientación cristológica se destaca en su logotipo al resaltar en rojo las letras griegas α (alfa, que corresponde a la ‘a’) y Ω (omega, que corresponde a la ‘o’) —un título divino con marcadas alusiones veterotestamentarias (cf. Isaías 41.4; 44.6; 48.12; Apocalipsis 1.8; 21.6) que el Jesús exaltado se apropia para sí mismo en el Apocalipsis (Apocalipsis 22.13; cf. 22.16). De igual modo, el hecho de que estén en rojo esas letras indica que evocan el carácter redentor o soteriológico de la transacción de Jesús al comprar con su sangre un pueblo internacional para Dios, como también figura en el Apocalipsis (Apocalipsis 5.9; cf. 1.5; 7.10, 14).